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Para una reseña de toques más profundos sobre la trama de la película y lo que hay detrás de ella, te recomendamos darle un vistazo a la realizada por Luis Cuellar

En el mundo del entretenimiento digital existen 2 ramas enfocadas a distintos mercados, por un lado tenemos a la industria que se enfoca en contar una historia memorable en la que conectamos con los protagonistas, y por el otro a la industria que busca ser un espectáculo visual que tenga a los espectadores pegados al asiento porque no saben que es lo que le depara a los protagonistas de la aventura. La película que nos ocupa en esta ocasión, pertenece a este último grupo del entretenimiento, Titanes del pacifico es una película que está diseñada para volver realidad todos los sueños de aquellos cuya infancia estuvo marcada por personajes como Ultraman, Godzilla y quizá en última instancia los Power Rangers, un filme que será memorable por las espectaculares batallas que se llevan a cabo en ella y no por su historia o memorables personajes.

La trama de la película se desarrolla a lo largo de la década de 2020, cuando una misteriosa raza alienígena denominada como “Kaiju” emerge de la superficie del océano pacifico por medio de un portal inter-dimensional y comienza a atacar la superficie terrestre sin ningún motivo aparente más que el de destruir todo lo que se encuentre a su paso. Tras años de combatir a estas criaturas de la forma militar tradicional y con resultados apenas positivos, las naciones de todo el mundo deciden hacer a un lado sus diferencias para trabajar en el proyecto “Jaeger”, un proyecto destinado a crear enormes maquinas capaces de hacerle frente a los Kaijus y que serán pilotadas solamente por personas altamente capacitadas en prácticamente todo sentido posible.

Los Jaeger representan el pináculo de la ciencia humana y se nos presentan bajo el concepto de que es tecnología que efectivamente podríamos llegar a ver en un futuro cercano. A diferencia de la idea tradicional, que nos plantea a una persona sentada en una cabina y operando mediante controles, estas máquinas funcionan bajo un concepto similar al de Evangelion, donde una red neuronal le permite al Jaeger imitar a la perfección los movimientos realizados por su piloto. Durante las etapas iniciales del proyecto, se descubrió que es prácticamente imposible para una sola persona soportar la carga neuronal que supone pilotar al Jaeger, por lo que se toma la decisión de colocar cada hemisferio cerebral del robot bajo el mando de un piloto. Es así como se nos presenta uno de los principales conceptos de todo el filme, y es que la eficiencia del titán dependerá al 100% de la compatibilidad que tengan ambos pilotos entre sí, pues al realizar el puente neuronal entre el robot y sus operadores, los tres se vuelven uno mismo, recuerdos, vivencias, experiencias y conocimientos serán la causa de las fortalezas y debilidades que se lleguen a presentar durante la batalla.

Como en toda película que aborde el tema del fin del mundo, en Titanes del Pacifico se muestran los 2 lados de la guerra: Los soldados dispuestos a dar su vida por un objetivo común y que ven en la batalla la mejor de las soluciones y los políticos que buscan quedar bien con el público mediante soluciones “fáciles” y la clásica promesa de “todo está bajo control”. La historia de la película está llena de clichés de la industria como los antes mencionados, pero los incorpora al arco argumental de tal manera que tienen una razón de existir. Por circunstancias que no mencionaremos para no arruinar la experiencia, llega un determinado momento en que los Jaeger dejan de ser rivales dignos para los Kaiju, razón por la que el gobierno global decide dejar de lado por completo el proyecto y comenzar la construcción de un “muro de la vida” que separe el océano pacifico del resto del mundo, es a partir de este punto donde da inicio como tal la historia de la película, pues con solo 4 Jaegers bajo su mando, la ahora autodenominada resistencia deberá luchar sola contra esta amenaza.

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Si bien la trama, los personajes y las bases llegan a ser importantes para este tipo de películas, los rubros de efectos especiales y diseño son en realidad los aspectos más importantes de todo filme, pues son esos los que le venden al espectador la idea de que está observando algo que podría llegar a ser real, en este sentido Industrial Light & Magic hace un muy buen uso de los efectos especiales en todas y cada una de las batallas que en su mayoría de desarrollan en ambientes acuáticos, la destrucción de los escenarios se siente acorde a lo que ocurre en pantalla y más importante aún, todas las criaturas existentes en la película lucen reales y plausibles en un futuro no muy lejano, los Jaegers son máquinas que al inicio lucen impecables pero a las que el paso de los años y batallas les pasa factura, así podemos decir que el Gipsy Danger que conocemos durante los primeros minutos de la película, luce completamente distinto a aquel que resulta ser la última esperanza de la humanidad.

El hecho de que el diseño de personajes nos recuerde a Ultraman, Godzilla o Evangelion no es ninguna casualidad, pues el director del filme (Guillermo del Toro) aprovechó todas y cada una de las influencias positivas que pudo recoger de estos mundos para crear sus propios monstruos, aunque dándoles un toque único que nos permite diferenciarlos fácilmente de estos. Volviendo a tratar puntos mencionados con anterioridad, cada Jaeger tiene una personalidad propia consecuencia de la clase de pilotos con los que cuenta, Cherno Alpha (Rusia) es el Jaeger con más fuerza física, Striker Eureka (Australia) el más veloz, Crimsom Typhoon (China) el ágil en combate y Gipsy Danger (EUA) resulta ser el más equilibrado, por su parte, los Kaijus son bestias únicas que atacan con base en un instinto animal y es algo que se expresa casi a la perfección, a estas criaturas no les importa preservar la vida o los daños colaterales que puedan ocasionar, todo lo que les importa es liquidar al primer ser que tengan enfrente.

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Detrás de cada una de estas gigantescas bestias robóticas existen un par de seres humanos que lo controlan todo y de los que depende en realidad la victoria o la derrota, para ocupar el papel de estos personajes, Del Toro decidió ser fiel a su estilo y elegir actores que sean capaces de representar a los personajes de una forma creíble en lugar de rostros famosos que pudieran restarle importancia al resto del elenco, es por ello que tenemos como protagonistas a Charlie Hunnam (Raleigh), Rinko Kikuchi (Mako) y en un rol un poco menos relevante a Idris Elba (Mariscal Stacker) personas que tal vez no sobresalgan por sus actuaciones previas pero que desempeñan un grandioso papel a lo largo de toda la película. En lo que respecta al trabajo de doblaje en la versión de Latinoamérica, resulta agradable mencionar que es un trabajo muy bien realizado que en ningún momento queda a deber e incluso en ocasiones está a la altura de los actores originales, siendo Irwin Daayán, Christine Byrd y Octavio Rojas los encargados de darle vida a Raleigh, Mako y el Mariscal Stacker respectivamente.

Podríamos ocupar las últimas palabras de esta reseña mencionando los fallos que tiene la película como la falta de contexto en ocasiones, los constantes clichés o que tenemos que recurrir a un comic para conocer los orígenes de la guerra humana contra los Kaijus, pero como lo mencionamos desde un inicio, Titanes del Pacifico no es una película que apele al lado crítico y severo de nuestro ser que busca una historia memorable con personajes que marcan historia, es una película diseñada para quienes crecieron con Ultraman, Godzilla y que consideraron que las películas Transformers de Michael Bay quedaron a deber, una película diseñada para aquellos que sueñan con pilotar un monstruo de cientos de toneladas de peso y combatir seres de otro mundo.

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  • Conclusiones:

Guillermo del Toro cumplió todas y cada una de sus fantasías con esta película de una manera que muchos hemos soñado durante años pero que a la fecha nadie había podido concretar de buena forma. Titanes del pacifico podrá no ser la obra maestra del siglo y ciertamente sus actores no pasarán a la historia por lo aquí logrado, sin embargo, logra llamar la atención del público y mantenerla aferrada al asiento hasta el último segundo. Si se es amante de las batallas de épicas proporciones, efectos gráficos impresionantes y  las emociones fuertes, entonces Titanes del pacifico es un obligado sin lugar a dudas e incluso si no es el caso, vale la pena darle una oportunidad.

  • Lo bueno: El concepto Jaeger / Kaiju se siente creíble, los efectos gráficos son simplemente impresionantes y para muchos, será un sueño hecho realidad.
  • Lo malo: Hay que recurrir al comic para conocer mejor los inicios de la guerra y el origen del proyecto Jaeger. Para aquella persona exigente, puede haber historias a las que les falte desarrollo.
  • IMAX 3D: Es casi una obligación verla bajo este formato para vivir al 100% la experiencia.